
La reflexología podal es una técnica terapéutica milenaria originaria de China y Egipto que consiste en realizar un masaje en la planta de los pies. Así estimulamos determinados puntos reflejo.
Al presionar en estos puntos se producen efectos específicos en otras partes del cuerpo. Estas zonas se conectan mediante el sistema nervioso periférico con todos los sistemas de nuestro organismo.
Estimula la capacidad que el cuerpo tiene de autocuración, manteniendo todos sus sistemas en el máximo equilibrio posible y generando bienestar en general.
¿PARA QUÉ SIRVE?
En mi experiencia profesional de más de 30 años con la reflexología podal, he comprobado que interviene en la mejora y prevención de distintos síntomas y funciones de nuestro organismo:
Equilibrio físico y mental.
Alivia el estrés.
Piernas cansadas y circulación.
Activa el sistema urinario.
Activa el sistema inmunológico (en casos de gripes es excelente).
Mejora el ritmo del sueño.
Interviene en la eliminación toxinas.
Disminuye el dolor muscular en general.
Ayuda en muchos aspectos relacionados con los tratamientos oncológicos y sus efectos secundarios.
REFLEXOLOGÍA PODAL Y EMOCIONES
La reflexología podal es un complemento para trabajar tu estado emocional además del físico. Por ejemplo, cada vez está más estudiado la relación que se produce cuando hay un bloqueo en tus emociones y cómo éstas afectan a ciertos órganos o partes de tu cuerpo.
Así por ejemplo, cuando se produce una fuerte emoción de rabia puede afectar el hígado, o tus miedos a tus riñones, etc, ... Como resultado a veces puede ser difícil gestionar y aceptar emociones intensas.
Con la reflexología ayudamos a liberarlas y darles salida para conseguir un óptimo bienestar general.
CONTRAINDICACIONeS DE LA REFLEXOLOGIA PODAL
Aunque en un principio la reflexología podal no tiene contraindicaciones, hay algunos casos en los que no es recomendable su aplicación, como son:
Embarazos con riesgo de aborto
Procesos agudos de fiebre
Infecciones agudas
Osteoporosis del pie o pierna.
Enfermedades isquémicas del corazón (angina de pecho, infarto de miocardio…)
En conclusión, aunque la reflexología podal es una técnica natural muy eficaz, nunca sustituye al médico, sino que lo acompaña. Es un complemento a las prescripciones que tu médico te haya determinado.